


El impuesto a las ganancias: sus orígenes y la actualidad
En el año 1932, fue Uriburu, con su gobierno de facto, quien logró imponer el tributo que entró en vigencia con el nombre de “impuesto a los réditos” mediante el decreto Ley N° 11.682. Luego, en 1973, el tributo se modificó, y se aprobó la Ley de Impuesto a las Ganancias. En ella se incluyó, en su capítulo IV, a las rentas del trabajo personal, más conocidas como ganancias de la cuarta categoría. La intención era gravar los ingresos más altos con el exclusivo fin de evitar la evasión fiscal, apuntando a los ejecutivos de empresas multinacionales, pues los dueños de muchas empresas simulaban sus ganancias en las remuneraciones de sus directivos. Con el tiempo, esta idea se fue desvirtuando, ampliándose el gravamen a cada vez más trabajadores y alejándose del espíritu de la norma.
El impuesto a las ganancias es un tributo con más de 90 años de existencia que nació con la intención de gravar los ingresos más altos y evitar la evasión fiscal de los ejecutivos de empresas multinacionales. Las crisis económicas y políticas desvirtuaron su intención original y lo convirtieron en un impuesto al salario de cada vez más trabajadores.

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De esta manera, cuando hablamos del impuesto a las ganancias, debemos tener presente que es un tributo con más de 90 años de existencia que, producto de las crisis políticas y económicas, se fue consolidando hasta llegar a constituirse, en el día de hoy, en el segundo impuesto recaudatorio más importante del Estado Nacional (solamente por detrás del IVA) y en un impuesto 100% coparticipable (transferido a las provincias en su totalidad). Por este motivo, resulta sumamente complejo encontrar justicia ante tamaña confiscación salarial.
La Bancaria en lucha: proyecto de ley, bono compensación por ganancias y nuevas deducciones
Ahora bien, dada la coyuntura económica y social, el logro de este objetivo se debe ir alcanzando de manera gradual. En esto resulta importante destacar que a partir de la fortaleza de La Bancaria como organización sindical y la voluntad política de Sergio Palazzo, nuestro Secretario General, hemos logrado enfrentar esta problemática desde diferentes ángulos.
En primer lugar, es para destacar que desde su banca como Diputado Nacional, Sergio Palazzo, conjuntamente con Carlos Cisneros, Claudia Ormaechea y otros diputados de extracción sindical, han elaborado y presentado ante el Honorable Congreso de la Nación un proyecto que busca modificar la Ley de Impuesto a las Ganancias en su cuarta categoría. Este proyecto establece un nuevo mínimo no imponible (MNI), llevándolo al equivalente a 10 salarios mínimo vital y móvil o 5 canastas básicas total de hogar tipo 2 del INDEC, el que resulte mayor (a mayo 2023, el importe sería de $1.089.578,95). También propone una modificación integral de las escalas; la exención del pago de este impuesto a las jubilaciones y pensiones; las exenciones a un conjunto de conceptos salariales como horas extras, antigüedad, adicional por función o responsabilidad jerárquica, adicional por turno, adicional por zona desfavorable, bonificaciones, gratificaciones, bono por productividad y falla de caja; y la exención al aguinaldo del cobro del impuesto.

“Somos el único sindicato que tiene en su Convenio Colectivo ese artículo 14 bis de la Constitución Nacional que nos permite participar de las ganancias del sistema financiero"
Sergio Palazzo

Pero todavía había mucho más
Si bien este proyecto cuenta con el respaldo del conjunto de las organizaciones sindicales del país, todavía no se ha logrado tratar en el recinto, ya que los diferentes bloques legislativos opositores, hace un largo tiempo, no dan el quórum necesario para tratar este proyecto o cualquier otro que redunde en mejores condiciones de vida para nuestro pueblo. Para nosotros, no da lo mismo un proyecto político que intente conducir los destinos de la patria incluyendo a las y los trabajadores, que uno que abiertamente haga campaña con el recorte de derechos como una solución a todos los problemas del país.
En segundo lugar, en marzo de este año, La Bancaria, logró incluir en el acta acuerdo derivada de la negociación paritaria, un bono Compensación por Ganancias exento de toda deducción.Esto constituye una conquista histórica, ya que sentó el precedente para que sean los bancos quienes absorban una parte de la carga tributaria que pesa sobre nuestros salarios, permitiéndonos así poner sobre la mesa este reclamo en cada negociación paritaria.
En tercer lugar, a pedido de La Bancaria, el Ministerio de Economía, a través de la Secretaría de Ingresos Públicos, emitió un dictamen vinculante conforme a la interpretación de la cláusula 14° de nuestro acuerdo paritario, que permite el desglose de los ítems establecidos en los artículos 26°, inciso x) y 82°, párrafo 4° de la Ley N° 20.628 de Impuesto a las Ganancias texto ordenado 2019 de manera individual hasta el 40% de la ganancia no imponible por cada uno. Además, La Bancaria logró la incorporación de dos nuevos ítems, que antes del dictamen no se contemplaban: el bono por productividad ROE y Vales alimentarios y similares. A partir de esto, se podrá deducir por cada uno de estos ítems hasta $180.673,28 por tope anual, totalizando una deducción máxima de $1.084.039,68. Hasta ahora las exenciones tenían como límite $180.673,28 por artículo.
Luego de este puntapié inicial, se lograron una seguidilla de dictámenes vinculantes entre los que se destaca el conseguido por La Mesa Sindical “El Salario No es Ganancia”, de la que forma parte La Bancaria junto a varias organizaciones sindicales, donde se suman más ítems a los ya existentes tales como: antigüedad o denominaciones análogas, zona o similares, asignación jerárquica por mayor responsabilidad o especialización (asimilable a horas extras) y bonificaciones por retiro. Estos nuevos ítems, que se suman a los anteriores, contribuyen a reducir aún más el impacto negativo que el impuesto a las ganancias genera sobre nuestros salarios y constituyen un avance colectivo que beneficia a más trabajadores que lo padecen.

Desde su banca como Diputado Nacional, Sergio Palazzo, conjuntamente con Carlos Cisneros, Claudia Ormaechea y otros diputados de extracción sindical, han elaborado y presentado ante el Honorable Congreso de la Nación un proyecto que busca modificar la ley de impuesto a las ganancias en su cuarta categoría.

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Con sindicatos hay derechos
Las idas y vueltas de la economía argentina afectan a todo el pueblo trabajador. Por eso, es imprescindible que como trabajadoras y trabajadores nos organicemos y luchemos por la defensa de nuestros salarios y derechos; más aún cuando las cuentas del Estado Nacional son controladas y dirigidas por el Fondo Monetario Internacional.
En conclusión, resulta sumamente importante construir, sostener y ensanchar las filas de las organizaciones sindicales, porque estas son garantía de bienestar, de crecimiento del poder adquisitivo y ampliación de derechos para todas las y los trabajadores que habitan el suelo argentino.